Recientemente, en la prensa están apareciendo artículos que hacen referencia a la vuelta del disco de vinilo, dándose el caso de un incremento de ventas de un año para otro. Grupos como MARLANGO han sacado una edición en vinilo de su último disco. Y es que aunque las modernidades nos hagan cada vez las cosas más pequeñas hay un encanto en el disco de vinilo que no lo tienen los cedés, y no es otro que la portada y la contraportada. El hecho de ver a un tamaño grande a los artistas, de ver bien los títulos de las canciones, y luego, en el interior sacar el papel que cubre el disco y ver las letras de dichas canciones ya tiene algo que la miniaturización nos ha hecho perder (algunos cedés también tienen las letras, pero mucho más chiquititas, y la vista cada vez la tenemos peor). Y ya no hablamos del disco en sí, de color negro brillante, con su etiqueta en el centro, todo señorial.
Hay quien afirma, y esto yo no soy capaz de desmentirlo, que los discos de vinilo suenan mejor que los cedés. Fíjense si esto fuera real llevaríamos veinticinco años haciendo el primo con el tema de las calidades. Pero yo les aseguro que no tendría todas conmigo si afirmara que los cedés superan en calidad a los viejos vinilos. Para que los formatos digitales superen en calidad a los analógicos tiene que hacerse un trabajo con muchos recursos y muy limpio. Yo he visto películas en el cine de altísima calidad en celuloide y también he visto películas grabadas digitalmente y proyectadas con disco duro y les aseguro que no he notado mejoría en el formato digital. Es más, las cámaras de vídeo caseras actuales han tenido que recurrir a formatos de alta defininición porque el formato inicial no supera al de las cintas de 8 mm. y VHS analógicas.
De todos modos, yo, de pequeño no podía permitirme el lujo de oír discos porque en mi casa no había tocadiscos. Tenía que conformarme con el formato CASSETE, con la baja calidad que daba (había cintas que se oían mejor por la cara A que por la B, o viceversa), con su ruido de fondo, y con lo canutas que las tenías que pasar para encontrar una canción dándole hacia adelante y hacia atrás hasta que la encontrabas. Pero yo era más feliz que ahora con todos los medios actuales. Me sucede incluso, que estando acostumbrado al sonido de una canción con la calidad de entonces, cuando recientemente la he oído REMASTERIZADA, con el sonido más limpio no me ha gustado. Es como si el sonido rancio estuviera asociado en mi mente con dicha canción...
El vinilo le da 33 ó 45 vueltas a la mierda del CD. Pero se necesita un buen equipo no esos platos cutres que se vendían a finales de los 80.
ResponderEliminarEsta web ilustra muy bien sobre el tema:
http://listas.20minutos.es/?do=show&id=4885
Saludos
Grasskiller