martes, 30 de abril de 2013

Noticia de coña - Bando del alcalde de Villanueva de los Menudillos

Debido al intenso olor detectado en los últimos tiempos en la localidad serrana de Villanueva de los Menudillos, el alcalde de la población, don Tescrencio Robaelarca, ha decidido escribir un bando, que hace público el pregonero del pueblo, Manolito Gritaenvoces, que, en plena Plaza Mayor lo ha leído del siguiente modo:

- De parte del señor alcalde, se hace saber, que, se ha hecho notorio en los últimos tiempos el malestar de las gentes de bien de nuestra localidad por culpa de un olor, que aunque existiendo de toda la vida y siendo soportable hasta cierto punto, en la actualidad se ha convertido en nauseabundo. Dicho olor, tras un estudio del gabinete de expertos del pueblo, a saber, el señor alcalde, el cura, el maestro, el médico e Ildefonso Pegacoces, mediante un informe dictaminado por dicho gabinete, queda manifiesto que viene de los vecinos de la calle del Prado, junto al río. Desconociendo en un principio los orígenes de la horrorosa fetidez, con posterioridad se ha comprobado que los pies de los susodichos vecinos han incrementado su aroma de una manera alarmante. Hasta tal punto ha sido dicho incremento que se ha comprobado una disminución importante en el turismo de nuestro pueblo.

Por ello, decreto que, los vecinos de la calle del Prado bajen al río con los pies desnudos dos veces al día y permanezcan con ellos dentro del agua al menos veinte minutos seguidos. Se hace hincapié, asimismo, que no lo hagan en mitad del río sino en un lateral, en la salida que hay a los bancales de Tiburcio Semestrón, ya que si lo hicieran en el centro del río correríamos el peligro de que perecieran las truchas y demás peces de nuestro entorno natural.

Dicho bando, entrará en vigor en el día de hoy.

El alcalde

Tescrencio Robaelarca.


CONTESTACIÓN DE LA ASOCIACIÓN DE VECINOS DE LA CALLE DE PRADO
 
- Estimado, perdón, odiado alcalde. Desde la asociación de vecinos de la calle del Prado queremos ejercer la más enérgica protesta ante el insulto que  significa que en nuestra comunidad existe un elevado olor a pies, según usted y el comité de tontos que usted ha designado. Que sepa, que el nivel de olor a pies de nuestros convecinos está dentro de los límites que marca el bando del alcalde fundador del pueblo en 1748. Es más, nos atreveríamos a decir que estamos por debajo de los niveles marcados en aquellas fechas. Dentro de nuestra comunidad de vecinos existen vecinos ilustres y que han marcado hitos importantes en la historia de Villanueva de los Menudillos. Todos ellos, con un nivel de olor a pies aceptable, han hecho grandes logros en nuestra localidad y nunca, hasta ahora, se han visto en la vergüenza de tener que estar metiendo los pies en el río dos veces al día. ¡Como si no tuviéramos palanganas en casa! Que sepa usted que se da el caso de algunos vecinos se han estado lavando los pies una vez por semana y cambiándose de calcetines cada quince, por lo que sus palabras han supuesto para nosotros una afrenta difícil de admitir. Aún así, cumpliremos con su detestable bando, para que no digan que nosotros no acatamos las normas...
 
La Asociación de Vecinos de la calle del Prado.



CONTESTACIÓN DE TIBURCIO SEMESTRÓN (dueño de los bancales junto al río afectados por los pies de los vecinos de la calle del Prado)

- Señor alcalde, por decir algo. He oído su bando, que más bien podría tratarse de bandolerío, porque parece pergeñado por un bandolero. Quiero hacerle llegar mi más profundo malestar a su persona y a los miembros del comité de sabios, o como se quieran hacer llamar. Desde hace cuatro días que los vecinos de la calle del Prado están metiendo sus pies en los aledaños de mis bancales y se me han secado las patatas, las calabazas, los tomates, y las sandías están tomando un color extraño, algo así como morado. Al ser lo único que se ha salvado de mis bancales y no atreviéndome a comérmelas, se las he echado a mis cerdos, que han muerto en la cantidad de ocho animales.
Como protesta ante esta situación le comunico que, desde ahora, dejaré de comprar en su tienda de la plaza y dejaré de tomar copas de anís en un asqueroso bar. Y para que conste, lo firmo en la presente

El dueño de los bancales del río


Tiburcio Semestrón Gonaechea