miércoles, 8 de junio de 2016

Memorable actuación de Paul McCartney en Madrid el 2 de junio de 2016



Paul es increíble. No tengo palabras para describir lo que he disfrutado en el concierto de Madrid, del 2 de junio de 2016, en el estadio Vicente Calderón. Cuando le ves cantar y tocar te olvidas de su edad: los instrumentos musicales los domina como siempre, si no con más técnica fruto de su larga experiencia. Su voz ha cambiado, es la voz de un hombre más mayor, no tiene el timbre tan agudo de hace años, pero eso no le impide adaptarse a cualquiera de sus éxitos con un buen resultado. No se le puede pedir más, porque da mucho más de lo que se espera de él. Cantó 40 canciones sin beber ni un sorbo de líquido (a lo mejor bebió algo en el backstage pero no lo vimos). La banda es formidable: Rusty Anderson a la guitarra líder, Brian Ray, guitarra y bajo, Paul Wickens a los teclados, armónica y acordeón y, Abe Laboriel junior a la batería, aparte de los instrumentos que toca McCartney.
El escenario, con juegos de luces, lásers, fuegos y fuegos artificiales y las pantallas gigantes fueron espectaculares.
Paul es un gran trabajador, su discografía con Wings y en solitario ronda los 60 discos (incluyendo éxitos y remasterizaciones), por lo que el número de canciones compuestas por él son cientos. Ha colaborado con multitud de estrellas importantes y ha dado una innumerable cantidad de conciertos a lo largo de su carrera. McCartney no solo es digno de pasar a la historia de la musica sino a la historia en general. Sin él y The Beatles la vida musical de todos no se habría visto tan enriquecida.
Larga vida, Paul...