viernes, 9 de noviembre de 2012

Cómo ser nerpiano y no morir en el intento... (relato 1 - Los peligros de regar la huerta)



Andando, andando para regar mi huerto veo cómo se me cruza a unos diez metros un macho cabrío.Mi vista intenta seguirle, aunque apenas lo puedo ver porque se escabulle en una arboleda. Tan mala suerte tuve cuando pasó aquello que me caí en una acequia y me empapé entero. Estábamos a unos dos grados de temperatura y en unos segundos empezaron a caer unos copos de nieve que prometían una buena nevada.
Cambié de opinión y me dirigí a mi furgoneta para secarme un poco la ropa y el pelo. Cogí lo que pude para hacerlo pero fue preferible quitarme la ropa húmeda. Así, estaba en la furgoneta, en calzoncillos, y con una nevada que ya no me dejaba ver por el cristal delantero.
En el salpicadero de la furgoneta vi un paquete de tabaco con dos cigarrillos y cogí uno para encenderlo a así entrar en calor mientras fumaba, pero las cerillas se habían mojado dentro del bolsillo de mi camisa por lo que cogí el cigarro y lo volví a a meter en el paquete.
Intenté arrancar la furgoneta para llegar a mi cortijo pero la batería del automóvil no respondía. Tenía que haber hecho caso a mi cuñado cuando insistía en que la cambiase hace unas semanas cuando ya me costaba varios intentos el arranque.
De este modo me encontraba casi desnudo, en medio de una nevada, helado de frío y hambriento.
Cogí el móvil para pedir ayuda pero no había cobertura...