Poco se puede decir de uno de nuestros más ilustres escritores cuando llega su hora. Lo primero es que no lo esperábamos, porque hasta finales de julio estuvieron apareciendo sus famosos artículos de LOS PLACERES Y LOS DÍAS en el diario EL MUNDO (hay quien dice que la palabra COLUMNISTA nunca ha tenido tan gran autor), y cuando se marchó en dichas fechas fue para "irse de vacaciones". Lo que no se esperaba es que su marcha fuera definitiva.
Alabado por unos, odiado por otros, lo que es incuestionable es su arte para la literatura y su excelente uso del lenguaje. Descanse en paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario