Está mañana he escuchado como mi despertador sonaba o conectaba la alarma. En ese momento no sabía si levantarme o tirarme de la cama. He tenido que decidir entre ducharme o bañarme. Cuando he decidido entre vestirme o ponerme la ropa, me he dirigido a la cocina, o sala de hacer la comida, y he tomado la decisión de si tomar el desayuno o saciar mi hambre matutina. Luego he tomado la decisión entre ir a trabajar o cumplir con mis obligaciones laborales. Cuando he visto al jefe he dudado entre saludarle o darle los buenos días. Hoy, como principal tarea en mi trabajo he podido decidir entre buscar clientes nuevos o conseguir gente nueva que comprar nuestros productos.
Al terminar mi jornada laboral, no sabía si tomarme una cerveza con mis compañeros y si distraerme un rato en un bar con gente de mi empresa. En el bar había una chica que dudo en si era preciosa o estaba imponente. Me decidí a dirigirle la palabra o a hablarle y le dije si me daba su teléfono o un número de contacto. Accedió a lo primero y concretamos en volver a vernos o tener una cita. Dijo que ella me haría una llamada o contactaría conmigo. De este modo, al día siguiente, que era sábado, estuve por la tarde esperando que sonara el teléfono o al menos esperar el ring ring.
Cuando sonó y cogí el teléfono me llevé una tremenda desilusión porque quien me llamaba era la mujer con la que he estado viviendo unos años o mi expareja. Se puso a discutir, o a hablarme a gritos, hasta que me puso nervioso o intranquilo.Cuando colgué, o dejé el auricular, volvió a sonar el teléfono y ahora sí que era la chica de ayer o la que conocí en el bar. Me dijo que se llamara María pero la llamaban Marieta, y que a veces era rubia o otras pelirroja porque tenía tintes de colores en su casa o morada. Me dijo que le gustaba comer en restaurantes o fuera de casa y que uno de sus hobbys o aficiones era hacer deporte o ponerse a correr por el parque. Todo esto, a mi me fascinó o impresionó, y le dije que yo era un hacha haciendo el pino, o poniéndome al revés y que en ocasiones solía silbar el Hey Jude de los Beatles sin desentonar ninguna nota, o sin ningún fallo. Esto a ella le gustó sobremanera y sin pensárselo dos veces, o tres, me dio un beso en los labios y me dijo que yo era el hombre, o pareja, de su vida. Estuvimos teniendo relaciones cuatro o cinco meses y le pedí matrimonio o que nos casáramos. Accedió a lo segundo y fuimos felices o dichosos, aunque siempre tuve una duda, porque tuvimos cuatro o cinco hijos, ya que uno de ellos no supe si era mío...
miércoles, 27 de junio de 2012
martes, 19 de junio de 2012
Noticia de coña - El famoso cantante Miguel Rizos Remanguillado deja de dar conciertos
El famoso cantante, natural de la localidad serrana de Villanueva de los Menudillos, Miguel Rizos Remanguillado, en una nota de prensa enviada a la Agencia Ele, hace pública su decisión de suspender de manera definitiva sus conciertos en directo, dedicándose en exclusividad a grabar discos. Los motivos de su decisión son tan sorprendentes como increibles, y la mejor manera de entenderlos es transcribir literalmente sus declaraciones:
Todo comenzó en el concierto que di hace un año en Villanueva de los Menudillos con motivo de las fiestas locales. Mientras cantaba empecé a sentir un fétido olor que en un principio venía de un sitio indefinido, pero que a los pocos minutos pude localizar como los pies de un tipo que estaba en la cuarta fila. Lo detecté rápido porque el público que estaba a su alrededor le había dejado un hueco y se le podía distinguir perfectamente. Terminé a malas penas el concierto con un pañuelo impregnado en colonia sobre mi cara.
El siguiente concierto fue en el Madison Square Sánchez, con dos millones y media de espectadores, y tuve como teloneros a los Rolling Stones y a Paul McCartney. Cuando estaba interpretando mi primera canción pude ver como Mike Jagger y Paul McCartney estaban vomitando en la parte trasera del escenario, mientras Keith Richard había perdido el conocimiento y estaba blanco tirado encima de un teclado. Salí de todos modos a cantar y sentí el mismo nauseabundo olor a pies. En seguida localicé al tipo en la quinta fila. Con el pañuelo que tenía en el cuello Jagger, con un perfume exagerado, pude contrarrestar la peste y acabé dando el concierto.
En los siguientes doce conciertos pasó exactamente lo mismo. El tipo no se perdía ninguna de mis actuaciones en directo, y mis músicos y yo estabamos enfermando de una manera preocupante. Precisamente en el último concierto, el tipo con olor a pies apareció en nuestro camerino para felicitarnos y antes de que nos diéramos cuenta se había introducido dentro.
Actuamos con rapidez, el guitarrista le cogió del cuello y le enchufó el mecanismo de su guitarra para electrocutarlo. Mientras tanto, el batería aprovechó para estamparle una de las cajas de su batería en los pies para amortiguar el olor. Las chicas del coro le liaron en una manta, que quedó chamuscada después de electrocutarle. Luego le sacamos del camerino y le dejamos a la custodia de los guardas de seguridad para que no volviera.
Al cabo de unos días nos mandó un mensaje por Facebook diciendonos que se lo había pasado estupendamente con la movida que tuvimos con él y que no se iba a perder ninguno de mis conciertos en el futuro.
Es por este motivo por el que anuncio públicamente mi abandono de los escenarios...
Todo comenzó en el concierto que di hace un año en Villanueva de los Menudillos con motivo de las fiestas locales. Mientras cantaba empecé a sentir un fétido olor que en un principio venía de un sitio indefinido, pero que a los pocos minutos pude localizar como los pies de un tipo que estaba en la cuarta fila. Lo detecté rápido porque el público que estaba a su alrededor le había dejado un hueco y se le podía distinguir perfectamente. Terminé a malas penas el concierto con un pañuelo impregnado en colonia sobre mi cara.
El siguiente concierto fue en el Madison Square Sánchez, con dos millones y media de espectadores, y tuve como teloneros a los Rolling Stones y a Paul McCartney. Cuando estaba interpretando mi primera canción pude ver como Mike Jagger y Paul McCartney estaban vomitando en la parte trasera del escenario, mientras Keith Richard había perdido el conocimiento y estaba blanco tirado encima de un teclado. Salí de todos modos a cantar y sentí el mismo nauseabundo olor a pies. En seguida localicé al tipo en la quinta fila. Con el pañuelo que tenía en el cuello Jagger, con un perfume exagerado, pude contrarrestar la peste y acabé dando el concierto.
En los siguientes doce conciertos pasó exactamente lo mismo. El tipo no se perdía ninguna de mis actuaciones en directo, y mis músicos y yo estabamos enfermando de una manera preocupante. Precisamente en el último concierto, el tipo con olor a pies apareció en nuestro camerino para felicitarnos y antes de que nos diéramos cuenta se había introducido dentro.
Actuamos con rapidez, el guitarrista le cogió del cuello y le enchufó el mecanismo de su guitarra para electrocutarlo. Mientras tanto, el batería aprovechó para estamparle una de las cajas de su batería en los pies para amortiguar el olor. Las chicas del coro le liaron en una manta, que quedó chamuscada después de electrocutarle. Luego le sacamos del camerino y le dejamos a la custodia de los guardas de seguridad para que no volviera.
Al cabo de unos días nos mandó un mensaje por Facebook diciendonos que se lo había pasado estupendamente con la movida que tuvimos con él y que no se iba a perder ninguno de mis conciertos en el futuro.
Es por este motivo por el que anuncio públicamente mi abandono de los escenarios...
martes, 12 de junio de 2012
lunes, 11 de junio de 2012
España recibe ayuda para recapitalizar las cajas, que no es un rescate, pero en resumidas cuentas sí lo es
Ahora a la deuda que tenemos hay que incrementarlelo que nos presten para recapitalizar los bancos y los intereses asociados.
martes, 5 de junio de 2012
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